La vida es corta, dijo Séneca. Lo que importa es lo que haces mientras estás aquí. Lo que importa es lo que haces con tiempo que te han dado. Dijo Jesús
Lo que importa es el ejemplo que dejas atrás para que otros lo sigan.
Algo que entendí hace poco es:
Es mejor ser ejemplo que ser rebelde.
La práctica siempre es más difícil que la teoría, y la teoría en algunos casos es muy difícil de entender, y más cuando nuestra naturaleza humana está forjándose todavía, como decía el filósofo español Ortega y Gasset, no somos un participio somos un gerundio. No estamos hechos, sino que nos estamos haciendo.
Son nuestras experiencias y conocimientos las que nos ayudarán a actuar valorando las cosas sin dejarnos llevar por las malas pasiones.
Recuerda
“Cómo te comportaras cuando llegue el mejor o el peor día de tu vida lo estás forjando hoy.”
Puedes utilizar la figura, de referentes, mentores o líderes que han inspirado a la humanidad durante la historia, personas como tú y cómo yo, que siempre sabían que escoger la decisión adecuada, consistía en actuar más allá de sus propios valores, actuar basándose en los principios universales
Los principios éticos son declaraciones propias del ser humano, que apoyan su necesidad de desarrollo y felicidad. Los principios son universales y se los puede apreciar en la mayoría de las doctrinas y religiones a lo largo de la historia de la humanidad.
Stephen R. Covey autor de los 7 hábitos, define los principios como faros y como leyes naturales que no se pueden quebrantar. Tal como observó Cecil B. DeMille en torno a los principios contenidos en su película «Los Diez Mandamientos»: «Nosotros no podemos quebrantar la ley. Solo podemos quebrantarnos a nosotros mismos y en contra de la ley». Así, la «realidad objetiva», el territorio del ser humano, está compuesto por principios (faros) que controlan el desarrollo y la felicidad humana. Son, en sí, leyes naturales enraizadas en la estructura de todas las sociedades civilizadas a lo largo de la historia y de aquellas instituciones que han perdurado.
Algunos de estos principios son la rectitud, integridad, honestidad (Estos dos últimos crean los cimientos de la confianza), la dignidad humana, el servicio o idea de contribuir, el potencial, entre otros. Tales principios son verdades profundas, de aplicación universal. Se aplican a los individuos, las familias, los matrimonios, y organizaciones de todo tipo. Es decir, son directrices para la conducta humana que han demostrado tener un valor duradero, permanente.
Vivimos momentos trascendentales, cambios muy rápidos en la historia de la humanidad y de sus derechos fundamentales y que más allá de todo esto y de la división social que se está generando, no sólo nos pondrán a prueba como civilización, sino nos pondrán a prueba como individuos y es la dicotomía de control y centrarnos en lo que está en nuestra mano donde realmente debemos poner todo nuestro esfuerzo.
Nunca ha sido más importante tener un carácter fuerte, nunca ha sido más importante vivir con atención plena y con los ojos abiertos.
Nunca ha sido tan necesario mantenerse fuerte y mantenernos unidos ante una realidad que pretende dividirnos.
Lo que nos diferencia no es lo que vivimos, sino nuestra actitud hacia lo vivido.
Renuncia por completo a conformarte con algo que no sea lo mejor de ti.”
Chris Sommer
“Todo en esta tierra tiene su lado difícil, solo un impulso interno -amor- puede ayudarnos a superar cualquier obstáculo, disponer un sendero y elevarnos sobre el estrecho círculo en que otros arrastran su angustiada y miserable existencia”.
⁃Johann Wolfang Von Goethe
Trata de ser ejemplo, no rebelde.